De la expresión motu proprio nos apropiamos inapropiadamente. Esto, que parece un simple trabalenguas, encierra una verdad. Motu proprio es una locución latina de uso muy común en el sentido de ‘voluntariamente o por propia iniciativa’. Aunque semánticamente la utilizamos bien, tendemos a suprimir las consonantes que nos molestan, a agregar otras que no van y a anteponerle preposiciones. ¿Motus o motu? ¿Propio o proprio? ¿De motu proprio o por motu proprio?
La expresión correcta es motu proprio y no debe ir precedida de ninguna preposición. También debe conservarse la forma latina proprio, sin sustituirla por el adjetivo español propio. Sin embargo, en los medios periodísticos, es muy frecuente encontrar los siguientes errores:
“Si se establecieran organizaciones más o menos estables, solo sería con el objeto de forzar eventualmente a los representantes a hacer algo que no harían de motu proprio“.
Debería haberse escrito:
“Si se establecieran organizaciones más o menos estables, solo sería con el objeto de forzar eventualmente a los representantes a hacer algo que no harían motu proprio“.
“Ese no es caso de Florencia Tahan , mendocina de 22 años, quien por motus propio […] decidió no hacer nada”.
Debería haberse escrito:
“Ese no es caso de Florencia Tahan , mendocina de 22 años, quien motu proprio […] decidió no hacer nada”.
“Los varones sub 30 están cambiando tanto por motu propio como por el empoderamiento del género femenino, y esto diagrama de manera diferente los nuevos códigos del amor”.
Debería haberse escrito:
“Los varones sub 30 están cambiando tanto motu proprio como por el empoderamiento del género femenino, y esto diagrama de manera diferente los nuevos códigos del amor”.
Cabe señalar que esta locución se utiliza también como sustantivo masculino con el sentido de ‘bula pontificia o cédula real expedida motu proprio‘:
El papa Francisco emitió un motu proprio.
Asimismo, para ambas acepciones, la Academia recomienda la escritura en cursiva (o entre comillas si no se dispone de ese tipo de letra) como corresponde a las locuciones latinas no adaptadas al español.
En síntesis: motu, sin preposición y sin s final; proprio, manteniendo la combinación pr del latín, aunque se nos trabe la lengua.