Con motivo del reciente atentado terrorista en Barcelona, los titulares de los programas informativos exhibieron repetidamente la palabra islam, así como otros términos derivados de esta. Analicemos todas las implicancias de su uso.
En primer término, la palabra islam tiene dos acepciones. Por una parte, como sinónimo de islamismo, significa ´’conjunto de creencias y preceptos morales que constituyen la religión de Mahoma’. Por otra, ‘conjunto de hombres y pueblos que siguen el islam’. En ambas acepciones estamos ante un sustantivo común, por eso siempre se escribe con minúscula inicial. Aunque es frecuente la escritura en mayúscula, la RAE nos recuerda que tanto las religiones (islam, islamismo, cristianismo, catolicismo, judaísmo, protestantismo) como el conjunto de quienes las profesan (cristiandad, islam) son sustantivos comunes, por lo tanto no es admisible el uso de la mayúscula inicial. Asimismo, respecto de los adjetivos islámico e islamista, cabe señalar que estos no son equivalentes. Islámico significa ‘perteneciente o relativo al islam’ (ej.: cultura islámica, arte islámico), mientras que islamista denota lo relativo al integrismo del islam o a la persona que promueve la aplicación del islam en la vida política (célula islamista, activista islamista). También se puede hablar de un islamista, en cuyo caso estamos ante un sustantivo.
En segundo término, en referencia al agregado de prefijos (como pro- y anti-) debemos considerar que, al ser islam un sustantivo común, aquellos van soldados a la base: proislam y antiislam. Recordemos que, en el caso de que la base sea un nombre propio (ej.: Trump, Irak), los prefijos deben soldarse mediante un guion: pro-Trump, anti-Irak. Distinta es la relación de los prefijos en el caso de Estado Islámico, que constituye una base pluriverbal con significado unitario y, por eso, se escribe separado y sin guion: anti Estado Islámico (más información en “Expresidente: los términos formados con prefijos” ). En relación con el tema, se puede agregar que la doble vocal generada (ii) es correcta: se escribe antiislam y no antislam. Aunque la Academia admite y prefiere la simplificación vocálica frecuentemente (ej.: antimperialismo) en este caso esta articulación no se ha consolidado en el habla hispana. Al respecto, resulta interesante el artículo de la Fundéu sobre las vocales dobles en palabras con prefijo.
Por último, aunque es útil recordar que los textos en mayúscula corrida no quedan exentos del acento gráfico, debemos señalar que tanto islam como antiislam no llevan tilde. Repasando las reglas de acentuación, podemos determinar que estamos frente a palabras agudas, y que estas solo llevan tilde cuando terminan en n, en s o en vocal, por lo tanto, lo correcto es escribirlas sin ella.