DUDAS FRECUENTES

A veces va con tilde, a veces no: ¿cuál es la razón?

Un monótono viaje en subterráneo puede hacer que nuestro pensamiento sobrevuele universos impensados.  En una suerte de caos interior, nuestra mente viaja por infinidad de asuntos de la vida cotidiana, ¡pero también puede quedar atrapada en una duda gramatical!  Así, frente a un cartel como este es posible que nos preguntemos: “Cuanto…, ¿se escribe siempre con tilde? ¿Cómo era la regla de tildación para que, quien, como, donde, adonde, cuando, cual…?”.  Si llegamos a destino sin respuestas claras, seguramente nos ayude la siguiente explicación.

Cuanto, que, quien, como, donde, adonde, cuando, cual son pronombres, es decir, palabras cuyo significado y función varían con la situación comunicativa. Para distinguirlos, se utiliza la tilde llamada diacrítica.

La tilde diacrítica es aquella que, sin responder a las reglas generales de acentuación, se aplica para diferenciar palabras de igual escritura y distinto significado. Dicho de otro modo, no la determina la ortografía, sino la intención del hablante.

Como regla general,  los pronombres que enumeramos al principio solo se tildan cuando funcionan como enfáticos. Estos son los que expresan una actitud interrogativa o exclamativa, aunque no siempre aparecen entre signos de interrogación o de exclamación. Veamos algunos ejemplos:

 

CUÁNTO/S, CUÁNTA/S

¿Cuánto te costó?

Dime cuánto te costó.

¡Cuánta gente!

No me dijo cuántas personas habría.

¡Cuánto lo extraño!

Si supiera cuánto lo extraño…

 

QUÉ

¿Qué compraste?

Cuéntame qué pasó.

¡Qué simpático es Juan!

No sabes qué antipático es Jorge.

 

QUIÉN, QUIÉNES

No he decidido quién será el reemplazante.

¡Quién lo hubiera dicho!

¿Quiénes vinieron?

No me dijo quiénes vinieron.

 

CÓMO

¿Cómo lo lograste?

Quisiera saber cómo lo lograste.

¡Cómo llueve!

Recuerdo cómo llovía aquel día de otoño.

¡Cómo decirle que la amo!

No sabía cómo decírselo.

 

DÓNDE

¿Dónde queda la estación?

Me indicó dónde estaba la estación.

¡Dónde estaría si no te tuviera a ti!

Ignoro dónde estaría sin ti.

 

ADÓNDE

¿Adónde vas?

No me dijo adónde se dirigía.

 

CUÁNDO

¿Cuándo comienza el curso?

Avísame tan pronto sepas cuándo comienza el curso.

¡Cuándo llegará el día!

No sé cuándo se decidirá.

 

CUÁL

¿Cuál te gusta más?

No sé cuál elegir.

El pronombre enfático encierra una incógnita o una exclamación indirectas, aun en las oraciones que no se escriben entre signos. Por ejemplo: “Cuéntame qué pasó” contiene la pregunta “¿Qué pasó?”. “No sabía cómo decírselo” equivale, de algún modo, a la forma directa “¿Cómo decírselo?”. “Si supieras cuánto lo extraño” lleva implícita la exclamación “¡Cuánto lo extraño!”.

 

Los pronombres enfáticos también pueden ir acompañados de una preposición:

¿Por qué me miras así?

Me pregunto por qué me miras así.

 

¿Por dónde viniste?

No sé por dónde viniste.

 

¿Por cuánto lo compraste?

Dime por cuánto lo compraste.

 

¿Desde cuándo eres peronista?

Me gustaría saber desde cuándo eres peronista.

 

También son enfáticos los que funcionan como sustantivos y van precedidos de un artículo:

Necesito que me expliques EL CÓMO, EL CUÁNDO, EL CUÁNTO, EL DÓNDE y EL PORQUÉ de esta situación.

 

En otros contextos, estos pronombres no cumplen funciones enfáticas y,  por eso, no llevan tilde:

Me dijiste que vendrías.

Este es el hombre que amo.

La casa, que está al lado del río, es del siglo pasado.

Argentina es el país (en) donde nací.

Iré adonde él me lleve.

Ese fue el momento cuando lo descubrió.

Cuando vengas, trae unas cervezas.

Lo hizo como se lo indicaron.

Todo cuanto tengo se lo debo a mis padres.

Quienes tienen fe mueven montañas.

 

También puede ocurrir que se encuentren entre signos de exclamación o interrogación, pero que su significado no encierre una incógnita o una exclamación. Por eso, en esos casos, no llevan tilde:

¿Volverás al lugar donde naciste?

¡Si pudiera revivir el momento cuando nos casamos!

¿Realmente quieres ser como él?

¡Todo cuanto me dijo era una mentira!

¿Quieres que te lo cuente?

¡Adonde vayas te seguiré!

¿Denunciarás a quien incumpla el reglamento?

 

Tampoco llevan tilde en determinadas construcciones o locuciones como las siguientes:

Cuanto menos hables, mejor.

Cuanto más insistas, peor será.

Cuanto antes lo resuelvas, más fácil será.

En cuanto llegue el gerente, hablaremos del tema

De cuando en cuando, hace un comentario al respecto.

De vez en cuando, viene a visitarme.

Cada cual llevará su equipaje.

¿A que no sabes quién vino?

Me lo dijo como si tal cosa.

Quien más, quien menos, todos tenemos la culpa.

Aun cuando dice la verdad, nadie le cree.

 

En el ejemplo de la foto, aunque el pronombre cuanto se encuentra dentro de una pregunta, este no debe enfatizarse porque no encierra una incógnita (¿cuánto?). Así, la interrogación no está centrada en la cantidad de viajes, sino en el conocimiento del pasajero sobre el sistema de tarifas (¿sabías que?). Además, la construcción “cuanto más…, menos…” es una de las que ubicamos más arriba en el grupo de las que llevan pronombres sin tilde. Por lo tanto, la oración debe escribirse de este modo:

“¿Sabías que cuanto más viajás, menos pagás?”.

 

Aprender a tildar correctamente no solo consiste en entender la normativa, sino también en ejercitarla. Por eso, cuando viajemos y estemos aburridos, examinemos los carteles que tengamos a la vista. Seguramente nos sorprendamos de cuánto hemos aprendido sobre la tilde en los pronombres y de cómo hemos avanzado en la corrección de estos errores. Quien más, quien menos, las reglas todos las aprendemos.